Las soft skills (habilidades blandas) en el nuevo entorno laboral
Por. Equipo de Comunicación EBC
El 2020, sin lugar a duda, quedará marcado como uno de los años más
complejos para el sector empresarial. La pandemia de COVID-19 sacudió de manera
vertiginosa la cotidianidad laboral y, en medio de un clima de incertidumbre,
las organizaciones se vieron obligadas a replantear sus modelos operacionales
para hacer frente a este reto inesperado.
En este contexto, el uso de herramientas tecnológicas y softwares
especializados se convirtió en una pieza clave dentro de esta nueva dinámica
laboral. Tan sólo en 2020, el número de usuarios en Internet incrementó 10.6%,
porcentaje muy superior al registrado en los últimos cinco años de acuerdo con
el estudio “Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2021” de la
Asociación de Internet Mx.
No obstante, la migración hacia los medios digitales y dinámicas como el
home office dejó en evidencia la creciente necesidad que existe dentro del
panorama empresarial para desarrollar las llamadas soft skills, también
conocidas como habilidades blandas o gerenciales, pues este nuevo escenario
hizo palpable la importancia de aspectos como el liderazgo y la comunicación
asertiva, entre otras.
Si bien, el término soft skills ha cobrado gran relevancia en los
últimos años, aún existen dudas y confusiones al hablar de él. Se define como
habilidades blandas al conjunto de competencias sociales y de comunicación que
permiten a un profesional reaccionar de manera adecuada ante una situación
cambiante dentro del medio laboral e incluso personal.
De acuerdo con Gustavo A. López-Corona, Director de Educación Continua
en la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), son estas cualidades las que permiten
a los profesionales “sobrevivir a un entorno laboral cambiante, pero son
también aquellas que les permitirán escalar a una mejor posición en el nivel
laboral en que se encuentran”, además de aportar un valor añadido a su
formación.
Aptitudes como la adaptación al cambio, la autogestión, la inteligencia emocional, así como la automotivación y el autodesarrollo, son habilidades contempladas dentro de esta categoría y que, en el presente, son ampliamente valoradas por las empresas y organizaciones.
Habilidades blandas en el panorama actual
Aunque los cambios en el marco profesional se detonaron durante el
inicio de la pandemia en el 2020, hoy en día la repercusión de esta
transformación del mundo empresarial se mantiene vigente. Para los reclutadores
y responsables del área de Recursos Humanos y Gestión de Talento, las soft
skills son un diferenciador al momento de contratar a un nuevo colaborador.
En este sentido, Gustavo A. López-Corona considera cinco habilidades
blandas que tienen gran relevancia y que son elementos determinantes para las
empresas al momento de realizar la selección de talento: liderazgo,
particularmente el liderazgo situacional; negociación y manejo de conflictos,
trabajo colaborativo, mentoring y coaching, así como inteligencia
emocional.
Por su parte, Paola González, Jefa de Vinculación Empresarial en la EBC,
señala la importancia de fortalecer dichas destrezas, pues son éstas las que
“permiten demostrar en el ámbito laboral qué tan competentes (como
profesionales) somos para reaccionar ante determinadas situaciones […] y
desarrollarnos hábilmente dentro de las organizaciones”.
Asimismo, González, considera que “estas habilidades permiten al
profesional mantener en una constante evolución el conocimiento que ya ha
adquirido […] y evitar que se estanque en un entorno que cambia
constantemente”.
Actualmente, las empresas tienen mayor sensibilidad ante la importancia de las habilidades gerenciales. En palabras de Paola, “habilidades como el enfoque a resultados, son competencias muy importantes para los empleadores y, en ese mismo sentido, el trabajo en equipo, la innovación y la solución de problemas resultan primordiales para cualquier profesional”.
Desarrollo de soft skills desde las aulas
Debido al valor que las habilidades blandas tienen en el campo laboral,
muchas instituciones educativas han comenzado a replantearse su desarrollo como
parte primordial a lo largo de la formación profesional de sus estudiantes.
La Escuela Bancaria y Comercial es una de las instituciones que se ha
sumado a este interés por las soft skills, sin embargo, dicho interés no
es nuevo. Antes de la crisis sanitaria, la Institución ya contemplaba en sus
planes de estudio impulsar este tipo de atributos, mismos que son identificados
y medidos desde su ingreso hasta su egreso por medio del Sistema de Evaluación
del Aprendizaje (SEA).
A través del SEA de la Escuela Bancaria y Comercial, la Institución
busca fortalecer en sus egresados las denominadas Competencias Sello EBC, entre
las cuales se contemplan las habilidades de la innovación, el autodesarrollo,
el enfoque en resultados y la madurez social.
López-Corona señala que “usualmente las habilidades blandas se veían
como temas complementarios o extracurriculares, sin embargo, instituciones como
la EBC se dieron cuenta que realmente son el tronco medular en el desarrollo de
un profesional”, lo cual ha permitido potenciar estas cualidades en sus
estudiantes y brindar mejores oportunidades al salir al mercado laboral.
Paola González, señala que hoy los egresados que cuentan con un buen
manejo de soft skills tienen mejores oportunidades para incursionar en
el mercado laboral, pues “estas habilidades impactan directamente en el
crecimiento profesional de la persona, al estar siempre en una búsqueda
constante por robustecer el conocimiento y de encontrar alternativas para dar
soluciones a los retos empresariales”.
Artículo original publicado en El Economista