Para hablar de cultura organizacional, es importante definir su concepto, de tal forma que podamos comprender el impacto que ésta tiene dentro de una empresa. Para Stephen Robbins la cultura organizacional es: “un sistema de significado compartido entre sus miembros que distingue a una organización de las otras”. Esta definición no es tan simple como parece, ya que cuando se habla de un sistema de significado compartido, se hace alusión a toda una estructura que soporta ese “significado”, es decir, que no hablamos de componentes aislados, sino de una serie de elementos que actúan de manera conjunta para mantener la existencia de ese significado.
Es aquí donde se marca el énfasis cuando se habla de cultura organizacional, pues es lo primero que debe ser definido partiendo del eje rector de toda organización y debe dar respuesta a la pregunta: ¿Cómo (nosotros empresa) queremos ser reconocidos al exterior (por clientes, proveedores, competencia, etcétera)? Cuando se dice “reconocidos”, nos referimos a que como personas estaremos exponiendo ciertas características con las que deseamos que nos identifiquen como parte de algo.