Adicional a las prácticas anteriores, una figura clave que contribuye de manera directa en el empoderamiento de los colaboradores son los líderes de la organización. A continuación se enlistan algunos consejos para impulsar el desarrollo del personal por parte de los líderes:
1. Conversaciones genuinas con los colaboradores
Conversar con los colaboradores y estar abierto a escuchar es, sin duda, el primer paso para la implementación de acciones en pro del empoderamiento. Una conversación que les permita sentirse cómodos en su lugar de trabajo, en un ambiente de confianza tratando de ser más productivos
2. A mayor autonomía, mayor es el compromiso
El líder desde su posición puede crear procesos que permitan aumentar la autonomía entre los colaboradores; esto es sumamente importante, ya que los colaboradores se sentirán mucho más comprometidos y confiados. Recordemos que ellos son los primeros embajadores de la cultura organizacional y marca.
Las personas comprometidas buscan hacer un excelente trabajo y quieren ser capaces de corregir problemas sin tener que atravesar por un largo proceso burocrático. Al dar poder y autonomía al equipo, la satisfacción de los clientes se multiplica y la percepción se transforma positivamente.
3. Entrenar a los colaboradores para tomar decisiones
Los colaboradores deben ser capaces de cuantificar los efectos de cada una de sus acciones dentro de la organización y entender qué niveles de la misma se verían afectados por sus decisiones para que puedan tomarlas de forma mucho más sabia. Esto sólo se puede lograr con absoluta transparencia sobre la situación actual de la organización, es decir comunicación y la apertura completa por parte de los líderes
4. Confiar en los colaboradores
Suena lógico, pero la realidad es que muy pocos líderes realmente lo hacen. Una vez que los colaboradores han sido capacitados adecuadamente, es necesario confiar en que ellos tomarán las mejores decisiones para el bienestar de la organización y los clientes.
Confiar en el equipo significa también confiar en uno mismo, en las prácticas de reclutamiento y selección y en los programas de inducción y capacitación. Después de todo, el líder es quién contrató a los colaboradores para realizar determinadas tareas y quien les enseñó y guió por las particularidades necesarias para adaptarse a la compañía.
5. Olvidar el control, elegir el Mentoring
Construir una cultura organizacional sólida no es rápido ni sencillo. Cambiar la estructura de control de una organización es una estrategia a largo plazo que necesita de una visión acorde. En un esquema de colaboradores empoderados, el líder se convierte en un importante orientador que ofrece apoyo e incluso mentorea a sus colaboradores y se centra en su comportamiento más que en sus resultados. Los gerentes siempre están midiendo entregables tangibles de una persona, pero los mentores suelen enfocarse en el cómo y el por qué de cada decisión.
Cuando las personas se sienten capaces, el placer por el trabajo crece exponencialmente, y así como el sentimiento de control de sus carreras. Hay que observar lo que sucede cuando se renuncia a la parte de poder, ¡son sorprendentes los resultados!
Una vez que hayamos aplicado estás técnicas, debemos identificar o lograr que nuestros colaboradores demuestren actitudes de empoderamiento, es decir demuestren liderazgo en cualquier tarea o actividad que realicen.