El éxito en las organizaciones productivas está cada vez más estrechamente relacionado con la forma en que los directivos piensan, deciden e interactúan todos los días. La cultura de liderazgo predominante en este momento en el ámbito de las corporaciones, se basa en el desarrollo de habilidades necesarias para conducir con efectividad a los colaboradores hacia los resultados que se espera que produzcan.
La disciplina que faculta personal y profesionalmente a los líderes para enfrentar con éxito el anterior desafío es el Coaching.
El Coaching es la herramienta de desarrollo ejecutivo más difundida en las últimas décadas, pero ha llegado a tal grado su propagación y aprovechamiento que se han desvirtuado sus principios y sus técnicas. Ello ha sido causado por otras prácticas engañosas, fantásticas o esotéricas, que aunque muy poco o nada tienen que ver con el método profesional, sí confunden y enturbian la pauta de conocimiento, actuación y compromiso particular que empodera a la persona.
Coaching es el proceso personalizado y confidencial que provee al líder de las técnicas para lograr el éxito y hacer que suceda todo aquello que siempre ha deseado, por medio de la cobertura del vacío existente entre lo que es actualmente y lo que siempre ha soñado ser, según lo define Talane Miedaner.
Menéndez y Worth describen el proceso como el conjunto de técnicas que permiten al entrenado (coachee) avanzar en la vida, ya sea profesional o personalmente, porque no cuenta lo que sabe sino la manera en que aplica los conocimientos y las habilidades que desarrolla, para lograr los resultados deseados.
A su vez, John Withmore afirma, en su libro Coaching, que éste consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar su desempeño al máximo.
Entre el bagaje de competencias que requiere el coach profesional u organizacional en el proceso de acompañar a una persona a conseguir resultados de orden superior, podemos destacar las prácticas siguientes:
- Escucha, analiza y realiza preguntas poderosas.
- Desvela el potencial que tiene el coachee a través de la reflexión.
- Ayuda al coachee a generar nuevos sentidos y a modificar el tipo de observador que es.
- Indaga, sugiere interpretaciones y plantea posibilidades de ejecutar determinadas acciones.
- Facilita el cambio de creencias personales y de modelos o patrones mentales que bloquean.
- Provoca compromisos que ayuden a llegar a la mejor acción y a desempeñarse con efectividad.