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Hay ceremonias que se viven; otras, se recuerdan; y unas pocas —muy pocas— logran instalarse en ese espacio íntimo donde las instituciones vuelven a reconocerse en el espejo de sus mejores hijos. Tal fue el clima emocional que se respiró en la casa de Rectoría de la EBC durante la ceremonia oficial de nombramiento del Ex Alumno Distinguido 2025, un reconocimiento reservado para trayectorias excepcionales, aquellas que encarnan los principios y la filosofía de una casa de estudios centenaria. La figura homenajeada este año fue Jesús Antonio Chapa Galán, egresado de la Licenciatura en Banca y Finanzas, generación 2003: un profesionista forjado en la disciplina, la integridad y el aprendizaje continuo; un mexicano que ha llevado su vocación financiera desde los pasillos de la EBC hasta los centros neurálgicos de la economía global.

Con la presencia de la autoridad máxima de la institución, el maestro Diego Prieto Barbachano, rector, la velada contó también con la asistencia de directivos, familiares, colegas y cuatro miembros de la comunidad de Ex Alumnos Distinguidos. No se trató sólo de un reconocimiento: fue, más bien, una celebración compartida del mérito, la constancia y los valores que la EBC reconoce como propios.
Una historia contada en primera persona
Antes del acto ceremonial, se proyectó un video que permitió asomarse a la trayectoria humana y profesional del galardonado. Entre las voces que acompañaron el montaje, destacó la de su padre, don Jesús Chapa Delgado, quien recordó los años universitarios de su hijo: un estudiante brillante, constante, enamorado del conocimiento y capaz de mantener un promedio sobresaliente incluso mientras trabajaba. El propio Antonio narró la sorpresa que significó para él recibir la llamada que cambiaría el rumbo de su vida: una reclutadora le habló desde Nueva York para ofrecerle una oportunidad laboral que jamás había imaginado. Esa puerta, abierta casi por azar, lo llevó primero a Goldman Sachs, luego a UBS y posteriormente a la Stern School of Business de NYU, donde obtuvo su maestría en Administración de Empresas.Pero el video no se limitó al ascenso profesional. El homenajeado habló también del aprendizaje permanente, de la urgencia de renovarse en un mundo cambiante y del papel de Bank of America —su actual casa profesional como Director de Planeación y Análisis Corporativo— en proyectos de energía limpia y vivienda social, ámbitos donde confluyen finanzas y responsabilidad social.
Fue un prólogo cálido, emotivo y profundamente humano, que preparó al público para el resto de la ceremonia.
La palabra de una comunidad que se reconoce
La doctora Lucrecia Monsalvo Verazas, Ex Alumna Distinguida 2019, tomó la palabra como representante de la comunidad laureada. Su discurso fue una invitación a la reflexión: recibir la distinción no es un punto de llegada, sino un punto de partida; un compromiso con el propio crecimiento, con la comunidad y con la responsabilidad social. Dirigiéndose a Antonio, lo exhortó a “seguir siendo estudiante (para) siempre”, a permanecer abierto al conocimiento desde las tres vertientes que ella considera esenciales: formación académica, aprendizaje continuo y autodidactismo. Su mensaje resonó en el Salón del Mérito con la fuerza de una convicción compartida: los Ex Alumnos Distinguidos no sólo acumulan logros, sino que además abren camino, acompañan a quienes los siguen y sostienen los valores que la institución les confió.
“Celebro historias”: la mirada del Rector
Por su parte, el Rector ofreció otro de sus memorables discursos. Con un estilo reflexivo y casi literario, planteó tres preguntas fundamentales —¿A dónde vamos?, ¿Quiénes somos?, ¿De dónde venimos?— para trazar un retrato institucional en el que la figura de Antonio se entrelaza con la historia viva de la EBC.
El maestro Prieto Barbachano sostuvo que la institución no aspira a la arrogancia académica ni a la complacencia, y no se reconoce en prácticas obsoletas: la identidad de la EBC no está en una frase o en una consigna, sino en los actos silenciosos de congruencia que realizan profesores, diseñadores instruccionales, estudiantes y egresados. En ese marco, describió con nitidez el temple de Antonio:
estudiante para siempre, que se perfecciona incluso cuando parecería innecesario; impulsor de progreso, que transforma el trabajo en oportunidad para otros; honesto y socialmente responsable, aun en escenarios donde lo contrario puede parecer más sencillo. Finalmente, el Rector evocó el origen de la Institución desde un ángulo sorpresivo y sorprendente: la EBC —dijo— nació de su primera muerte, cuando en 1932, tras dejar el Banco de México y asumir su independencia, un pequeño grupo de ilustres profesores decidió entonces que una escuela no termina donde la historia la suelta, sino donde los hombres dejan de empujar.
Y en esa terquedad luminosa, en esa vocación de avanzar contra viento y marea, reconoció también la esencia de Antonio.
Símbolos que cuentan una historia
Llegó luego el momento solemne: la imposición de la Beca de Pecho, colocada por María del Carmen Montemayor Sánchez, Ex Alumna Distinguida 2024. Los colores de la beca —distintos de los de directivos y autoridades— representan la identidad exclusiva de esta comunidad selecta. Después, el Rector entregó a Antonio el diploma que lo acredita formalmente como Ex Alumno Distinguido 2025, un documento donde se subrayan los Principios Institucionales que definen a toda la comunidad escolar (profesores, alumnos, ex alumnos y colaboradores administrativos). Con ello, Antonio quedó integrado al Salón del Mérito Académico. Más tarde, el contador Raúl Ibarra Ysunza —Ex Alumno Distinguido 2016— colocó la regleta con el nombre del maestro Chapa Galán en el Muro de Honor, un gesto que selló la continuidad de una tradición que la EBC ha cultivado desde 1998.
La memoria del padre: una vida extraordinaria desde la cuna
Uno de los momentos más emotivos ocurrió cuando don Jesús Chapa Delgado, padre del galardonado, dedicó unas palabras llenas de admiración y ternura. Recordó la inteligencia precoz de su hijo —a los dos años era capaz de narrar La Odisea de principio a fin—, su desempeño académico casi perfecto en la EBC y el reconocimiento que recibió del entonces rector Javier Prieto Sierra. Compartió también una anécdota que provocó asombro en el auditorio: durante su paso por Goldman Sachs, Antonio fue nombrado vicepresidente, a pesar de no encontrar con los años de experiencia requeridos. Fue así como se convirtió en el vicepresidente más joven en dicha empresa.
Pero más allá de los éxitos, el padre habló del hijo, del hombre íntegro, del esposo, del lector voraz, del músico, del artista y del hombre de fe que vive sus valores en lo cotidiano. Fue un testimonio íntimo, que arrancó aplausos prolongados.
Un éxito que se mide en humanidad
Finalmente, Antonio dirigió su mensaje a la comunidad. Con un discurso sincero y profundamente articulado, relató su camino desde la elección de la EBC —“abrí el folleto y supe que Finanzas era lo mío”— hasta su llegada a Nueva York. Narró el momento decisivo en que su hija Alejandra, aún pequeña, lloró porque “casi nunca veía a su papá”. Allí comprendió que ningún puesto en Wall Street valía más que una cena con su familia. Su cambio hacia Bank of America no sólo significó crecimiento profesional: le devolvió el equilibrio, la salud, el tiempo para ayudar a otros y la posibilidad de vivir la paternidad con plenitud.
Su mensaje a los estudiantes fue claro: trabajarse a uno mismo, aprender siempre, mantener el equilibrio y definir el éxito no sólo por la carrera, sino por la vida entera.
Una noche que honra a la Institución y al país
La ceremonia concluyó entre aplausos cálidos y fotografías oficiales. En el ambiente quedó la sensación de haber presenciado no sólo un acto protocolario, sino la celebración de una historia profundamente inspiradora. Hoy, el nombre de Jesús Antonio Chapa Galán se une a la lista de los egresados que, desde 1998, han sido reconocidos como Ex Alumnos Distinguidos (aunque antes de ellos hay, por supuesto, nombres cuya trayectoria también asciende durante décadas y cuya integridad honra a la institución que los formó).
Ex Alumno Distinguido 2025
La EBC reafirma con esta ceremonia que su misión no es un lema vacío, sino una realidad que vive en sus egresados. Y quizá por eso, cuando la ceremonia terminó, todos salimos con la misma impresión: que esta distinción no sólo celebra a un individuo, sino que ilumina un ideal. Y que ese ideal —como toda obra perdurable— está hecho de conocimiento, de trabajo, de valores y, sobre todo, de humanidad.
Porque ayer, Antonio, fuiste el motivo de nuestra misión y hoy eres la causa de nuestro orgullo.


