Comparte este artículo
La siembra, el riego, el cultivo y la cosecha
Escrito por: Agustín Aguilar
Coordinador de Patrimonio Cultural Casa Rectoría EBC
El grado de lentitud es directamente proporcional a la intensidad de la memoria. – Milan Kundera
Una historia que comenzó en 1929
Somos la EBC, una comunidad con noventa y seis años de historia. Hemos vivido, de manera directa y cercana, los grandes momentos del México moderno y de la historia universal reciente. Hemos palpado esos momentos e incluso los hemos experimentado desde dentro. Basta recordar, como prueba de ello, que fuimos la respuesta creativa que, en 1929, dio el Banco de México a la necesidad de capacitar a sus propios empleados.
Estamos, pues, inmersos en la biografía económica, financiera, social y educativa de nuestro país. Nos hemos fijado un compromiso permanente, una misión constante: formar profesionales emprendedores que se distingan en el ámbito organizacional por su saber, su hacer y su ser. Siempre miramos hacia el futuro, sin dejar de valorar el presente y de nutrirnos de nuestro pasado.
Compromiso con la excelencia educativa
Durante este tiempo, hemos cumplido años, sueños, compromisos y objetivos. Estamos convencidos de que, sobre todo, hemos cumplido con la sociedad mexicana al ofrecer y garantizar excelencia educativa, labor que, por supuesto, seguiremos desempeñando, ya que dicha excelencia es nuestro horizonte, y con ella definimos nuestra visión.
La EBC está conformada por toda nuestra comunidad estudiantil —doce mil alumnos activos— distribuida en catorce campus. A ella se suman con orgullo 165 mil egresados, mil profesores y mil colaboradores administrativos.
Sea, pues, esta celebración de los 96 años de vida un homenaje a quienes, como protagonistas de nuestra historia, han demostrado, con su vida personal y su quehacer profesional, que somos la Escuela de Negocios de México.
Inspirados en la sosegada sabiduría de la naturaleza, hemos construido, a lo largo del tiempo, nuestro concepto de excelencia educativa. Y es precisamente esa parsimonia de la vida —en la que el desarrollo es imperceptible pero evidente— la que nos permite evocar todos y cada uno de nuestros noventa y seis años, desde aquel 1 de abril de 1929 (cuando el Banco de México inauguró un programa escolar de capacitación para sus empleados) hasta el día de hoy, en el que celebramos “un paso más en el camino hacia nuestra primera centuria”, como señaló recientemente el maestro Diego Prieto Barbachano, rector de nuestra institución.
La comunidad EBC: presente y futuro
Para conmemorar este aniversario, el maestro Diego Prieto Barbachano envió a toda la comunidad escolar un mensaje videograbado en el que subraya la evolución constante de la Escuela de Negocios de México, una transformación que preserva la esencia de su organismo (su espíritu) y que, al mismo tiempo, comprende la necesidad de adaptarse a los vertiginosos cambios del siglo XXI. Un ejemplo de ello es nuestra escuela de profesores y nuestro modelo educativo, plasmado en el nuevo y ya activo Programa de Estudios 2024.
La actitud con la que transitamos este lustro rumbo al centenario se sustenta en la firmeza de quienes saben a dónde van y en la claridad de quienes han diseñado y construido el vehículo adecuado para alcanzar su destino. Ese vehículo es, afirmamos, el nuevo Plan de Estudios, que comenzó a implementarse el año pasado y cuya primera generación beneficiada será la 2024-2028. Esta generación habrá consolidado su vida profesional justo cuando la EBC celebre, el 1 de abril de 2029, su primer siglo de existencia.
Comenzamos, pues, el camino hacia la celebración de nuestros primeros cien años de vida. Lo hacemos como miembros de una sociedad activa que se esfuerza por conciliar intereses y reconciliar visiones de futuro; una sociedad cuya pluralidad resulta siempre necesaria para su fortalecimiento.
Al caminar, seguimos buscando rumbos colectivos que no nieguen la diversidad ni atropellen al individuo. He aquí uno de los retos de la comunidad, de nuestras familias, de nuestro país y del mundo en general: saber expresar nuestras ideas y aprender a escuchar las ideas de los otros.
Mientras asistimos al diálogo plural de la diversidad, construimos nuestra propia opinión: a veces bien formada y, en ocasiones, apenas esbozada con unos cuantos elementos de juicio. La EBC, cumpliendo a diario su misión y con la mirada puesta en el amplio horizonte de la excelencia educativa, transita este lustro hacia su centenario con paso firme y seguro.
Sin descuidarlo —cultivándolo y protegiéndolo, incluso— seguiremos otorgando al conocimiento la permeabilidad necesaria para que el saber sólido y el diestro hacer se iluminen mutuamente y se proyecten en la integridad del ser.
Viajamos hacia nosotros mismos para alcanzar el futuro deseado.
Reflexión final: sembrar hoy para cosechar mañana
Avanzamos hacia los cien años de edad con el firme compromiso de brindar a nuestros estudiantes, y al país, contenidos académicos acordes con la realidad profesional y con las exigencias del entorno de los negocios.
A semejanza de las grandes familias, heredamos con orgullo y responsabilidad las hazañas de nuestros antecesores, las admirables gestas de quienes nos precedieron, las proezas de aquellos que, en otros tiempos, se esforzaron día con día por legarnos valores, principios, historia, patrimonio y conocimiento.
Con ese legado, el Plan de Estudios 2024 parte de un análisis integral y profundo de la realidad sociolaboral, con el fin de comprender las actuales necesidades de aprendizaje de los estudiantes e identificar las competencias que los empleadores consideran hoy cruciales, así como aquellas que serán permanentemente requeridas. Vaya en estas líneas un abrazo fraterno a quienes son y se saben EBC. ¡Felices 96!