El control, un paso del proceso administrativo tan importante hoy en un mundo global nos lleva a tener controles más estrictos en la operación, en lo comercial y en la calidad de la información, está aunada a no encarecer y/o burocratizar los procesos. Esto nos invita a innovar y cambiar la forma de llevar los controles en una organización.
Transformar la cultura de cada integrante de la organización inculcando que el dueño del proceso es el responsable del control – control interno –nos lleva a que desde el inicio del proceso se realice con la calidad necesaria y esto como consecuencia conlleva a un control sano.
Sin dejar a lado los aspectos legales locales e internacionales que nos llevan a tener controles no solo en el proceso, sino, en la exigencia global.
Dar a conocer el concepto de control no es el reto, hoy en día es generar la cultura de control, si cada involucrando en el proceso valida su trama de control y asegura pasar el bien o servicio al siguiente proceso al final se cumple con los estándares que las organizaciones se ponen; y con ello el control se hace productivo – control preventivo –.
La parte de la supervisión sistemática a los procesos es un paso importante como una segunda línea de defensa para validar los controles, así como actualizar o identificar brechas al proceso. Es importante tener una metodología para mapear cada riesgo y documentar los controles con la finalidad de gestionar los riesgos internos y externos de la organización.