partir de la creación de cada uno de sus campus la Escuela
Bancaria y Comercial ha logrado significar su identidad.
Mediante la experimentación del espacio, ha conseguido
construir microcosmos que posibilitan la cotidianidad de sus
habitantes, de su comunidad. Y ha provocado numerosas experiencias
que gravitan en torno a la educación en su sentido
más humano.
Cada campus de la EBC se inscribe en el tiempo y recorre
su propia historicidad, mientras se suma a la de la Institución.
En este sentido, la concepción del proyecto formal para este
plan de expansión ha adquirido diferentes rostros a partir de
una misma idea.
Los edificios de la Bancaria portan la esencia de la arquitectura
mexicana contemporánea y cada nuevo proyecto genera
espacios que dialogan con el entorno; en ellos el tejido
espacial posibilita experiencias que se activan con el devenir
de la comunidad que los habita.
Cada campus posee su propia esencia y características.
Todos comparten la claridad estructural, la limpieza compositiva,
así como el sentido del lugar, de su espacio. Hablan el
mismo lenguaje arquitectónico que remite a un ambiente de
negocios y, al mismo tiempo, al entorno educativo.